El Pikuper conoció a una hermosa rubia en la calle y decidió diluirla por sexo. Con su lenguaje hablador, él ofrece dinero a la niña para mostrar sus hermosas tetas. Pero la lengua suspendida hace su trabajo, logra obtener una rubia rebelde en la calle en el Pepikhon, por supuesto, por la buena tarifa que le ofreció.